Situación de partida.

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La marca llevaba años con el concepto felicidad, desarrollándose en diferentes campañas y soportes a lo largo del tiempo.

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Planteamiento estratégico.

 

Dar continuidad al concepto estratégico de felicidad, encontrando un territorio nuevo: la positividad, e inyectarla a la sociedad en el momento en el que más la necesitaba.

 

Idea creativa.

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Llegó a través de un hallazgo: la palabra positividad no estaba en el diccionario de la RAE, y en cambio negatividad sí. Hay quien dice que el mundo es el lenguaje, y lo que no podemos mencionar, no existe. ¡A ver si iba a ser eso! Si no teníamos la palabra positividad, ésta no podía existir.

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“Mira al mundo con positividad”, ese fue el claim de campaña, que sirvió como cierre para la adaptación de la película internacional de Coca-Cola, y que generó una acción para llevar la palabra positividad al diccionario. En el año 2015, vio la luz la última edición del diccionario de la RAE, cuyo volumen recoge por fin la palabra positividad. Y curiosamente, ese año empezamos a salir de la crisis.