Situación de partida.

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Teníamos un reto: presentar al mundo el nuevo ron Burla Negra -así se llamaba el barco del último pirata, el gallego Benito Soto-. Un ron enriquecido en barricas de albariño, con una personalidad distinta a todos los demás, que combina el sabor del mejor ron caribeño con la mejor salinidad del mundo, la del Atlántico que baña a las Rías Baixas y las Islas Cies.

 

Planteamiento estratégico.

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Entre tanta gente bebiendo lo mismo, bajo la dictadura de lo “cool” y lo “in”, decidimos reivindicar la libertad que representa esa fusión única de ADN gallego y pirata, invitando a romper la inercia con lo establecido y burlarnos de la realidad.

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Idea creativa.

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Nadie sabe más de ron que un pirata. Ellos bebían el mejor ron del mundo ¿Cómo lo sabemos? Porque lo robaban. Por eso, lanzamos un mensaje muy directo: Navega sin bandera. Con un potente key visual: una calavera dorada con un parche en el ojo. Un símbolo de la transgresión, retranca y elegancia recogidos en el ADN de Burla Negra.